domingo, 2 de diciembre de 2012


RENACER
 
Hay tardes
de miradas largas
y de frases cortas,
de caricias mínimas
con odios muy intensos,
hay tardes
que parecen extenderse
tanto que el sol no muere nunca
y la noche se niega a aparecer
y es en esos atardeceres
que me hieren los miedos
a tu ausencia lasciva de mujer.
Hay besos
que no descuelgo
de mi boca humedecida
que recorren mi figura
extraviada en esta vida
es tan opaco el invierno
que perderlos me da pavura.
Hay huecos
que prosiguen incompletos
son como espacios vaciados
en alguna guerra perdida
entre bosques de mares verdes
entre el oleaje de ramas florecidas
en este incomprensible aprendizaje
como es el amor en tiempo equivocado.
Hay tantas cosas
que no quiero enumerar
pero que perforaron mis volteretas
los del descanso tras el incendio
las del silencio tras los gemidos
cuando remontamos los cuerpos
que nos son ajenos por un instante
hasta que en los sueños bajan dormidos.
Se que me sobra tierra
como así también me falta limbo
busque remendar pesares
en los labios de hembras erradas
hoy contabilizo los latidos
en el altillo de la tienda de la vida
no desangrare mis venas entre las letras
de amores no correspondidos.
Se que llega el final
de una prolongada agonía
espejos de impenetrable cristal
que han de secuestrase el día
me crecen primaveras en el cuarto
cuando te repites sobre mi fantasma
homenaje que dices llamarte Maria.

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