miércoles, 12 de diciembre de 2012

TENER


Tengo


una sonrisa de media tarde

un recuerdo de tu espalda

un ramillete de pétalos oscuros

las estrofas de una vieja poesía

un barco de papel en altamar

una gota de sudor en mis pestañas

y tu silueta apoya en mi muro.

Comprendo

algunas de mis acciones

en la embestida de la soledad

en la carencia de alcanzar la luna

en la marea de las alucinaciones

que al llenar el cubo asimétrico

del pánico circular

intento apagar la lumbre

de desteñidas emociones.

Tengo

que poner mis ojos en movimiento

mirar como asoma tu vagina

en el momento que caen otras sombras

y nos vestimos a prisa

con los aires resecos del verano

con un espejo que me domina

con los harapos de un tiempo raído

pensando que el cura no nos vera en misa.

Comprendo

que es inútil llorar

porque no estaba ayer en la ciudad del Cairo

cuando mi reloj daba las tres

en tanto la tarde se dormía

en los brazos de una gitana vieja

más las calle fueron quedando vacías

en esta ciudad de transito atascado

de baches en sus adoquines mudos

donde las putas cobran adelantado

con sumas engorrosas que pronto se despejan.

De tener

de comprender

me voy quedando en los bordes

de una vida que no se recupera

cuento con la bendición de Andalucía

mientras sopeso los milagros

apilados

aturdidos

irreflexivos

con los pergaminos de tu dermis

en mis ríos caudalosos

en mis manos de juglar arrepentido

doy vuelta la hoja de tu rostro

agradeciendo que estamos vivos.



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