martes, 25 de diciembre de 2012



MOMENTOS
 
Hubo veces
en que me convertí en paloma
volador con alas ajenas
vestido con un traje gris
resolviendo con el pico
las torpezas de este mísero idioma
hubo veces
en que mordí la plaza
me aposente en el patio de baldosas
o amanecí aterido en el zaguán de alguna casa.
Hubo veces
en que sorbí la vida de tu boca
despeine la calma de los vientos
me enrede en el suspiro de tus labios
hasta quedar extenuado
en el borde de una estación
de trenes de trocha angosta
y en esas ocasiones trasegadas
dude de la duda misma
hasta caer rendido
en la superficie de tu pasión
que nos devoro en cada alborada.
Hubo veces
en que emprendí la huida
de afectos de una mano sola
que me encerraban como ave prisionera
que pretendieron que me traicionara
que sintiera lo que una hembra extranjera
y no pudo ser
ni lo será
porque encontré en un septiembre
hecho hembra de taurina porfía
que solo te contiene
quien al no celarte
se redime en su plenitud de mujer.
Hubo silencio
en el comienzo de la nada
en el séptimo circulo de esta poesía
en los redondeles de la primavera
tanto en el misterio de las flores
como en el roce de nuestra lujuria
cuando nada compromete los olores.
Se que huelo
los aromas de tu sexo
en la plenitud de nuestra luna plena
nada enreda la hechura de las miradas
solo el desconocido espanto
de caer en la vorágine vertical
sabiendo que me esperas donde el día comienza
y donde la noche se vuelve enamorada.

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