sábado, 1 de diciembre de 2012


MARÍA, EL NOMBRE DEL AMOR


Recorres mi presente
como un pájaro atrevido
como un nombre diferente
pero con idéntico sonido
y desde el centro de mi esencia
te llamo todas las mañanas
con el temor pleno de tu ausencia.
María
solo deja que te vea
que el sosiego llegue envuelto de domingo
que mirarte es pura poesía
soy juglar entre tu deliciosos ojos verde
mas solo podré plantar significados
entre los besos de nuestras herejías.
María,
vengo desde el fondo de mis miedos
a encontrarme con tus heridas asturianas
solo traigo en mi equipaje el penúltimo silencio
el que talla los bordes salvajes del madero
has oído cada paso de mi insólita quietud
hemos mirado caer el cielo por la ventana
guareciéndonos de los rigores de algún enero
convencidos que este amor no sabe de finitud.
María,
nombre que llena mis audaces fantasías
la de mis letras esparcidas en la blancura del papel
la de las vocales de un recóndito sentimiento
sanadora de las mas pavorosas de mis tormentas
rescato cada caricia tuya
de mujer enamorada
en este juego de enredos que es la vida
ya no temo a las sombras de la soledad y el desafecto
porque alcanzo la majestuosa completud
si despertamos entrelazados en cada madrugada.

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